Un contraste vanguardista de luz, materiales puros y técnicos

El contraste es la base para la creación de la nueva tienda propia de la marca Lurdes Bergada Syngman Cucala en el centro Comercial l’Illa Diagonal de Barcelona. Manteniendo nuestro reto de explorar un nuevo vocabulario, buscamos nuevas posturas que dinamicen el universo del retail y los códigos arquitectónicos establecidos.

Existen dos zonas claramente marcadas que permiten, de un lado, reunir todos los aspectos técnicos de una tienda de ropa detrás de una ‘piel’ de madera, y por otro, ceder todo el protagonismo a las prendas expuestas.

El proyecto pretende conservar las directrices compartidas en todas las tiendas de Lurdes y Syngman: de carácter industrial, diferencial, minimalista, añadiéndole un matiz más contemporáneo en su arquitectura.

La idea principal fue de otorgar al espacio una perspectiva sobre el parque del centro comercial, de manera que el cliente tenga la sensación de comprar en una tienda de calle exterior.
De esta forma aplicamos hasta el final el concepto inherente de l’Illa Diagonal, el cual interpreta el acto de compra en una gran superficie como si de un “paseo comercial” se tratase.
Por tanto, el parque entra en la tienda y forma parte de ella, como un elemento decorativo más.

Desde el parque, la fachada trasera atrae comercialmente de la misma manera que lo puede hacer la fachada interior del centro comercial. Por ello, se decidió concentrar todas las funciones técnicas de la tienda: almacén, probadores, cuarto eléctrico y un segundo escaparate pequeño
para conseguir esconderlas detrás de una estructura constituida por 1.000 piezas de madera.
La ‘piel’ de madera permite esconder en su parte superior todas las instalaciones de mayor volumen, consiguiendo así limpiar el techo de la tienda.

Desde su interior, se revela su secreto constructivo,

un espacio extremadamente técnico, que evoca al reverso de un tejido con sus cosidos, repuntes, etc. para reflejar la importancia de la tecnicidad de la confección de ropa y a su vez reforzando los valores de la marca: simplicidad, pureza, e industrialidad.

a instalación formada por triángulos irregulares recuerda a una roca, una cueva contemporánea, constituida de madera de contrachapado de abedul acabado natural y contrasta con la pared opuesta, fría, y lisa de obra vista. Cada pieza dibujada es única y ha sido numerada para facilitar su montaje.

La mayoría de tiendas existentes de la marca conservan señales del pasado de los edificios donde se encuentran. Así pues, la intención de este proyecto fue respetar al máximo el contexto original del local, para reforzar el carácter industrial del edificio donde se encuentra la tienda. Los materiales utilizados fueron básicos: cemento rebozado para las paredes, y mortero fino alisado para el suelo. La escasez de materiales permite simplificar la lectura arquitectural y potenciar el concepto del diseño.

La luz natural del parque y combinada con la de la tienda juega con los relieves, creando sombras y acentuando los volúmenes. En cuanto a la iluminación interior, existen tres tipos distintos unidos por un elemento lineal: la fluorescencia que crea luz ambiental, y las dicroicas y halógenas, bañando las prendas realzando su volumen. La línea lumínica que va de lado a lado refuerza la perspectiva siguiendo el volumen lateral.